Personajes

En el Extraordinario Especial de la colección El Coyote de Ediciones Cliper José Mallorquí publicó una pequeña biografía de los personajes que intervienen en sus novelas. A continuación reproducimos esas biografías:


Don César de Echagüe
Es el padre del otro don César, es decir, del Coyote. Hombre de gran energía, que rinde ferviente culto al honor y al valor, honrando el lema del escudo familiar que reza así: “De valor siempre hizo alarde la casa de los Echagüe”, se siente profundamente defraudado por su hijo, a quien cree un cobarde o por lo menos, un ser débil, incapaz de ninguna reacción heroica. Aparece en las novelas El Coyote, La primera aventura del Coyote y Don César de Echagüe.

Don César
Bajo una apariencia de falsa superficialidad, de elegante escepticismo, de amor por las comodidades terrenales y de odio por todo cuanto signifique violencia, se oculta la verdadera identidad de don César de Echagüe. Él es el Coyote, el héroe de todos los californianos, su auxiliar en su lucha contra los invasores, el defensor de los débiles y el adversario más temido por todos aquellos que viven al margen de la Ley, y de los que pretenden despojar a los californianos de sus heredados bienes. Hasta treinta y cinco mil dólares se ofrecen por su cabeza; pero jamás le traicionó ninguno de los que conocen su verdadera identidad.

Beatriz de Echagüe/Edmons Greene
Beatriz es la hija del viejo don César y la hermana del Coyote. Durante mucho tiempo ignoró la doble personalidad del su hermano, por quien sentía un gran desprecio. Estuvo prometida y luego se casó con Edmons Greene, representante del Gobierno Federal en Los Ángeles y auxiliar del Coyote, quien le ayudó a poner fin a las actividades de aquellos que pretendían despojar de sus bienes a los propietarios legítimos. Siempre ha ayudado al Coyote con su poderosa influencia política, desde Washington, ciudad en la cual ha vivido desde que abandonó California. El renacer del desorden en la Costa del Pacífico y su oposición a la política federal, le hace abandonar su puesto, con intención de regresar a Los Ángeles, donde su esposa tiene grandes fincas.

Leonor de Acevedo
Cuando era la prometida de don César de Echagüe ignoraba quién era en realidad su novio, sentía por éste un gran desprecio; pero quiso el azar que descubriese por sí misma, en uno de los momentos más emocionantes del El Coyote, quien se ocultaba tras el antifaz del Coyote. Este descubrimiento la llenó de orgullo y en adelante fue íntima y fiel colaboradora de su esposo, hasta el momento en que, a causa del nacimiento de su hijo murió, dejando lleno de desesperación a su marido.

Guadalupe Martínez
Es la hija de Julián Martínez, el fiel mayordomo de los Echagüe. Desde su infancia estaba enamorada del joven Echagüe, sin que jamás descubriera sus sentimientos. Conocedora de la identidad del Coyote le ayudó fielmente. Al morir Leonor, ella se hizo cargo del pequeño César, cuidándolo mientras su padre marchaba lejos de California. Al volver don César de California, Guadalupe siguió siendo su mejor colaboradora, conservándose siempre fiel a su amor que al fin fue comprendido por don César, celebrándose la boda en El Diablo en Los Ángeles. Al poco tiempo nació del matrimonio, Leonorín de Echagüe.

Julián Martínez
Viejo y fidelísimo mayordomo de los Echagüe, padre de Guadalupe, auxiliar del Coyote, que le considera uno de sus mejores hombres de confianza. Es el más informado de los movimientos de su jefe. Él le ayuda a organizar las expediciones y oculta sus ausencias del Rancho de San Antonio. Murió algún tiempo antes de la boda de su hija con don César.

Matías Alberes
Criado de gran confianza de don César. Es mudo, por haberle sido cortada la lengua, y por lo tanto, no puede repetir nada de cuanto oye. Ayuda fielmente a su jefe a quien, por otra parte, no puede traicionar, ya que no sabiendo escribir, no puede, tampoco, comunicar a nadie su secreto.

César de Echagüe y Acevedo
Es el hijo de don César y Leonor. Durante los primeros años de su vida estuvo apartado de su padre, que veía en él la causa de la muerte de su esposa y no podía sentir cariño por su hijo. Luego, el curso del tiempo borró estos sentimientos, y padre e hijo vivieron juntos, aunque el muchacho, ignorando la verdadera identidad de su padre, sentía apasionada admiración por el Coyote y lamentaba que su padre no tuviese el valor del famoso enmascarado. En El hijo del Coyote descubrió la verdad y ayudó por vez primera a su padre.

Dr. García Oviedo

Médico de Los Ángeles. Atiende en una ocasión al Coyote, cuando éste resulta herido, sin descubrir su identidad; pero más tarde, cuando de nuevo la vida del Coyote se halla en peligro, el doctor descubre su identidad, sin que ni por un momento revele a nadie su descubrimiento.

Leonorín de Echagüe
Leonorín es la hija de Guadalupe y de don César. Aparece por primera vez en la novela Rapto, y su nacimiento coincide ya con su primera aventura.

Eduardito Gómez de la Mata
La consecuencia de dicha aventura es el ingreso en la familia Echagüe, de Eduardito Gómez de la Mata, quien e recién nacido queda huérfano, siendo utilizado por don César para recuperar a su hija. Luego adopta al pequeño huérfano.

Ricardo Yesares
Ricardo Yesares es librado, en El otro Coyote de un grave peligro por el Coyote. Éste, que conoce la fama de los Yesares, utiliza a Ricardo aprovechando la semejanza física que existe entre ambos. Yesares se convierte en el doble del Coyote, a quien sustituye cuando conviene que don César y el Coyote sean vistos al mismo tiempo. Don César le traspaso una de sus casas, que fue convertida por Yesares en la Posada del Rey don Carlos III, lugar lleno de pasadizos secretos y cuartel general del Coyote.


Serena Morales
Serena Morales, miembro de la vieja familia Morales, de Los Ángeles, cometió en El otro Coyote un lógico error al confundir a Ricardo Yesares con el Coyote. Y al final, fue el Coyote quien ganó para Ricardo Yesares el corazón de Serena Morales.

Los Lugones
Primeramente fueron cuatro: Juan, Timoteo, Evelio y Leocadio. Auxiliares secre­tos del Coyote, trabajan, en apariencia, en casa de don Goyo Paz. Ayudaron al Coyote desde los primeros tiempos, y en una de sus aventuras murió Leocadio, quedando los Lugones reducidos a tres, que siguen siendo fieles y bravos ayudantes del Coyote.

Teodomiro Mateos
Fue Jefe de la Policía de Los Ángeles, perseguidor acérrimo del Coyote, a pesar de lo cual éste le ayudó en numerosas ocasiones dejándole que hiciera pasar por suyos los triunfos del Coyote. Al volver Los Ángeles al desorden de los primeros tiempos, fue desposeído de su cargo.

José Covarrubias
Abogado protegido por los Echagüe. Ha cursado leyes en Boston y en Sacramento. Don César lo utiliza en La vuelta del Coyote y en otras ocasiones en el que le hace falta el concurso de un hombre de leyes. También se presenta a él bajo el disfraz del Coyote sin que el abogado sospeche la doble identidad de su protector.

Don Goyo
Don Goyo Paz, antiguo luchador en la guerra yanqui-mexicana, hombre de genio avinagrado; pero dueño de un gran corazón, aparece en numerosas novelas, siempre enfrentado con don César de Echagüe, por quien siente tanto desprecio como admi­ración por el Coyote. Su antipatía por don César le lleva a obligar a su hijo a que se case con Guadalupe, con el exclusivo objeto de privar a don César de la mujer que le ama.

Gregorio Paz
Gregorio Paz, el hijo de don Goyo, acata la orden de su padre, pues es incapaz de oponerse a la arrolladora voluntad del viejo. La inesperada intervención del "Diablo" da al traste con el plan de don Goyo en El Diablo en Los Ángeles, resultando todo lo contrario de lo que se pretendía.

Aunque Gregorio no siente por ello ninguna enemistad con don César, la de su padre hacia el estanciero aumenta enormemente.

El "Diablo"
Juan Nepomuceno Marinas es uno de los más peligrosos enemigos que tiene la dominación norteamericana en California. Su numerosa banda llega a ocupar por breve tiempo la ciudad de Los Ángeles, aunque luego, la traición de su lugartenien­te le hace caer en manos de sus adversarios.

Princesa Irina
La princesa Irina, falso nombre bajo el cual se encubre Odile Garson una aventu­rera colocada en el camino de Luis Borraleda, es figura principalísima de las novelas Otra lucha, El final de la lucha, El secreto de la Diligencia y El Diablo en Los Ángeles. Por unos momentos fue dueña del corazón del famoso enmascarado y por él rehizo su vida en favor de Juan Nepomuceno Marinas.

Luís Borraleda
Luis Borraleda, aspirante al cargo de Gobernador de California, se ve comprome­tido gravemente por las maquinaciones de sus adversarios, que utilizan para ello a la princesa Irina, aventurera que se hace pasar por noble rusa y que logra compro­meter gravemente a Borraleda, logrando que le escriba cartas e, incluso, que se ena­more de ella, poniendo así en peligro el hogar del futuro gobernador.

Isabel Gamiz
Para salvarle, el Coyote interviene utilizando, incluso, a Isabel Gamiz, la esposa de Borraleda, logrando por fin en El final de la lucha, que Borraleda consiga el cargo que ya creía perdido y, sobre todo, que se dé cuenta de que Isabel es y ha sido su único y verdadero amor, exponiendo por ella todas sus ambiciones.

Ginevra Saint Clair
Antigua espía sudista que también trabajó para el Norte en la Guerra de Secesión. Los jefes de la banda de la Calavera la amenazan con descubrir su doble juego al Ku-Klux-Klan si ella no se presta a ayudarlos en el descubrimiento de la verdadera identidad del Coyote que está amenazado con destruir a la banda; pero su actuación, con ser sumamente sagaz, desvía sus sospechas hacia otro, y al mismo tiempo se enamora de don César, de quien no ha imaginado ni remotamente la verdadera identidad. Es heroína de la magnífica novela El exterminio de la Calavera.

Adelia
India colaboradora del Coyote. Vive en el barrio indígena de Los Ángeles, y por mediación de ella el Coyote averigua muchos de los secretos del Juzgado, donde Adelia trabaja. También la utiliza para ponerse en contacto con los Lugones, reuniéndose con ellos en su casa. Es una de las más antiguas colaboradoras del famoso californiano.

El "Cobra"
En La marca del "Cobra" aparece este dramático personaje, sobre quien recaen, tras una emocionante fuga, graves sospechas de terribles crímenes. El Coyote interviene en su ayuda, consiguiendo descubrir la verdad, desenmascarando al hombre a quien el Cobra prometió matar antes de huir de la Cárcel en que estaba encerrado.

General Clarke
Gobernador militar de Los Ángeles en El Coyote, su afán de grandes lucros le precipita en peligrosas aventuras. El Coyote se levanta contra él, y por un momento parece como si la astucia de Clarke fuera a imponerse triunfalmente; pero siempre triunfa el Coyote, a pesar de que más tarde, en Huracán sobre Monterrey, los dos adversarios se enfrentan en una lucha que, por parte de Clarke, es llevada con la mayor astucia y mala fe.

Fray Jacinto
Fray Jacinto, de la misión de San Juan de Capistrano, es uno de los mejores amigos de los Echagüe, uno de los pocos que conocen la identidad del Coyote, ya que en tristes circunstancias de su vida, ayudó con sus consejos al hacendado. Se halla en la misión, y de vez en cuando llega hasta Los Ángeles.

Fray Anselmo
Fray Anselmo es otro de los viejos franciscanos de las Misiones californianas que apoyan al Coyote. Éste encuentra siempre en los viejos muros de las misiones españolas, apoyo y cobijo, y también prudentes indicaciones que no siempre son segui­das por el famoso enmascarado. En numerosas ocasiones ha salvado su vida gracias al apoyo que le han prestado los frailes californianos.

Don Rómulo Hidalgo / Justo Hidalgo
Los Hidalgo son una de las viejas familias de Los Ángeles. Su vida discurre tranquila en su hacienda hasta el momento en que Patricia Mendell llega a la hacienda Hidalgo, al comienzo de la novela Los jarrones del Virrey.

Justo Hidalgo es el primero en darse cuenta de la bajeza moral de Patricia Mendell, mas cuando la quiere desenmascarar ante su padre se encuentra prendido en la trampa que la mujer le tiende. Al fin, la intervención del Coyote, hace ver a don Rómulo la verdad y lo injusto que ha sido con su hijo, volviendo ambos a unirse estrechamente.

Hamilton Pomeroy
Son los principales personajes de La huella azul, Mensajero de paz, Galopando con la muerte y La senda de la venganza. Hamilton Pomeroy, pertenece a una importante familia, se dedica a la política y trata de medrar en ella siguiendo tortuosos caminos que le llevan a enfrentarse con el Coyote, quien hace lo posible por apartarle de dichos caminos.

Joan Hargrave
Joan Hargrave, actriz de gran talento, comprometida con los manejos políticos de Pomeroy y de otros, es ayudada por el Coyote, y en La huella azul marca con yeso azul la espalda del Coyote con la esperanza de identificarlo luego. En el curso de La huella azul, Mensajero de paz y Galopando con la muerte, Joan Horgrave va adquiriendo una gran importancia que llega al máximo en la apasionante novela La senda de la venganza.

Peg Marsh
Su actuación primera tuvo lugar en Los jarrones del Virrey. Ella llegó a casa de los Hidalgo buscando lo que encerraban aquellos dos jarrones, que ya no estaban allí, sino en casa de don César de Echagüe. Y de esta forma, Patricia Mendell, un demonio con cara de ángel, se cruzó en el peligroso camino del Coyote. Más tarde vuelve a cruzarse con él, y esta vez, los resultados son fatales.

John Quincy Wrey Brutton
Llega a California desde Boston para estudiar historia local. Cree que Los Ángeles v el resto de California son un paraíso terrenal poblado por dulces misioneros e ingenuos indios, y se asombra muchísimo al descubrir que nada de aquello es cier­to y que por el contrario, hay pocos misioneros, pocos indios y muchos inmigrantes que han hecho ley de su revólver. En Cuando el Coyote avisa y Cuando el Coyote cas­tiga, John Quincy Wrey Brutton se transforma de apacible historiador en hombre belicoso, muy diferente del que salió de Boston.

Juez Salters
Además de aparecer en esta novela, el juez Salters y el sheriff Koster son dos de las principales figuras de La vuelta del Coyote. El juez se vale de su elevado cargo para despojar legalmente a los californianos. Y en su trabajo le auxilia el sheriff Koster; pero ambos tropiezan con el Coyote y en aquel punto comienzan sus apuros y su castigo. Todo cuanto han planeado en contra de los californianos se vuelve contra ellos y al fin son víctimas de la propia trampa que tendieron contra el Coyote.